¿Cuál es la importancia del mantenimiento del filtro del habitáculo según MANN-FILTER?
Cuando conducimos, uno de los aspectos más importantes para nuestro confort es el sistema de climatización del vehículo, ya sea en pleno verano con el aire acondicionado o en invierno con la calefacción. Aun así, muchas veces nos encontramos con que, al encender el sistema, notamos que el aire no fluye correctamente, hay malos olores, o los cristales comienzan a empañarse rápidamente. Todos estos son síntomas de un problema común: el filtro del habitáculo está sucio o bloqueado.
¿Qué es el filtro del habitáculo y por qué es importante?
El filtro del habitáculo es un componente clave en el sistema de ventilación y climatización del coche. Su función principal es filtrar el aire que entra al interior del vehículo, eliminando partículas como polvo, polen, suciedad y otros contaminantes que puedan afectar la calidad del aire que respiramos mientras conducimos.
No obstante, con el tiempo, este filtro acumula suciedad y humedad, lo que puede generar una serie de problemas si no se realiza un mantenimiento adecuado. Antonio Martínez, Responsable Técnico de MANN+HUMMEL Ibérica, afirma que estos problemas se manifiestan en el flujo reducido de aire, malos olores y, en algunos casos, incluso en el empañamiento de los cristales.
En su explicación, Antonio Martínez menciona varios síntomas claros de que el filtro del habitáculo ha sobrepasado su vida útil:
Flujo de aire reducido: si notas que, al encender el aire acondicionado o la calefacción, el aire no fluye con la misma fuerza que antes, esto es una señal de que el filtro podría estar obstruido.
Malos olores: otro síntoma frecuente es la presencia de olores desagradables en el interior del vehículo. Ocurre porque la suciedad acumulada en el filtro, combinada con la humedad, puede generar moho y bacterias que luego son expulsadas al habitáculo cuando se enciende el sistema de ventilación.
Cristales empañados: un filtro sucio puede impedir que, entre suficiente aire fresco en el coche, lo que facilita que los cristales se empañen, especialmente en condiciones de humedad.
Frecuencia de mantenimiento
Además, Martínez también señala que “el filtro del habitáculo, a diferencia de otros componentes del vehículo, tiene un ciclo de mantenimiento que debe respetarse para evitar estos problemas. El fabricante recomienda cambiar este filtro cada 15.000 kilómetros o una vez al año, lo que ocurra primero”.
“El filtro del habitáculo se encuentra en una zona húmeda, lo que facilita la acumulación de suciedad y, por consiguiente, la formación de malos olores”, explica Antonio. Esto afecta a la comodidad de los ocupantes del vehículo y puede tener implicaciones en su salud si no se realiza un mantenimiento adecuado.
Consecuencias de un mal mantenimiento
Si no se reemplaza el filtro en los intervalos recomendados, las consecuencias pueden ser más graves de lo que se piensa. Además de los síntomas mencionados anteriormente, como los malos olores o el flujo de aire deficiente, un filtro sucio puede incluso afectar el sistema de climatización del coche, forzando el ventilador a trabajar más y, en algunos casos.
Antonio Martínez recalca también que “el correcto mantenimiento del filtro del habitáculo afecta al confort de los pasajeros y al rendimiento general del vehículo, por lo que ignorar su mantenimiento puede resultar en reparaciones costosas, además de disminuir la calidad del aire dentro del coche”.