El transporte de mercancías por carretera en España alcanzará los 21.375 millones de euros en facturación
El transporte de mercancías por carretera en la península ibérica continúa mostrando señales de crecimiento y sigue consolidándose como una pieza importante para las economías de España y Portugal. En 2023, el sector alcanzó una facturación de 20.880 millones de euros, un 2,6% más respecto al año anterior, según datos del Observatorio Sectorial DBK de INFORMA.
En este balance, España lideró el mercado y llegó a generar el 84% de la facturación, equivalente a 17.450 millones de euros, mientras que Portugal aportó 3.430 millones de euros al total. Un dato interesante es la dependencia del mercado portugués del transporte internacional, que representa más de la mitad de sus ingresos, frente al 22% que este segmento aporta al negocio en España.
De cara a 2024, las cifras siguen siendo positivas. Se estima que, al cierre del ejercicio, el mercado conjunto alcance los 21.375 millones de euros, lo que supondría un crecimiento del 2,4%. Aunque no se trata de aumentos drásticos, esta estabilidad es un signo de la importancia del sector y de su capacidad para adaptarse a las circunstancias económicas.
Una industria fragmentada
A pesar de la importancia económica del sector, uno de los mayores desafíos es la fragmentación del mercado. La península cuenta con un número elevado de pequeñas empresas y autónomos que, en su mayoría, operan con un solo vehículo. En 2023, el mercado ibérico estaba compuesto por unas 117.500 empresas, de las cuales la gran mayoría, 109.600, estaban en España y solo 8.000 en Portugal.
En el caso de España, las comunidades con mayor concentración de empresas son Cataluña, que representa el 18,6% del total, seguida de Andalucía (14,7%), Madrid, la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. Estas cinco regiones agrupan más del 60% de las empresas del país. En Portugal, los operadores están mayormente localizados en las regiones de Centro (31,7%), Norte (31,2%) y Lisboa (23,1%).
Los diez mayores operadores del mercado ibérico apenas concentran el 23% del total, lo que deja el grueso de la actividad en manos de pequeñas empresas y autónomos, lo que supone un reto a la hora de competir en mercados internacionales y adoptar tecnologías avanzadas que impulsen la eficiencia y sostenibilidad.
¿Perspectivas de futuro?
El sector tiene por delante diferentes retos relacionados con su alta fragmentación, la sostenibilidad y la competencia internacional. Aunque el crecimiento es una buena señal de estabilidad, el mercado necesita evolucionar para adaptarse a las demandas de un entorno cada vez más globalizado y tecnológico.
Para ello, será esencial fortalecer a las pequeñas empresas, facilitar el acceso a tecnologías que mejoren la eficiencia y fomentar la colaboración en el sector. En este contexto, el transporte internacional, sobre todo en mercados como Portugal, continuará siendo un motor de crecimiento en los próximos años.