Fenadismer rechaza la subida del impuesto al diésel por su gran impacto en el transporte


El sector del transporte por carretera ha manifestado su rechazo absoluto a la intención del Gobierno de incrementar la fiscalidad sobre el diésel en los próximos meses. Según ha trasladado Fenadismer, junto con el resto de organizaciones representativas del sector, esta medida supone un grave perjuicio para los transportistas, quienes serían los principales afectados por esta subida.
En una rueda de prensa celebrada en Bruselas, el Ministro de Economía ha confirmado la intención del Ejecutivo de aprobar un incremento de 10 céntimos por litro en el impuesto al diésel, con el objetivo de equipararlo al de la gasolina. El aumento supondría un 25% más sobre la tasa actual y forma parte de los compromisos adquiridos con la Unión Europea para poder recibir el quinto paquete de ayudas económicas.
Un intento reiterado de subir la fiscalidad del diésel
No es la primera vez que el Gobierno intenta implementar esta medida. El pasado mes de noviembre ya fue llevada al Congreso de los Diputados, donde fue rechazada por falta de apoyo parlamentario. No obstante, lejos de abandonar la propuesta, el Ejecutivo insiste en su aprobación, llegando a plantearse la vía del Decreto-ley para evitar nuevos bloqueos en el Parlamento.
Fenadismer ha recordado que el sector del transporte es el mayor consumidor de diésel en España, con un consumo anual que supera los 25.000 millones de litros, de los cuales aproximadamente la mitad corresponde a transportistas profesionales. La organización advierte de que este aumento supondría un impacto directo en los costes operativos de las empresas de transporte y pone en riesgo la viabilidad de muchas de ellas y aumentando aún más la presión sobre un sector que ya enfrenta serias dificultades económicas.
Amenaza de movilizaciones si se aprueba la medida
Ante la insistencia del Gobierno en aplicar este incremento fiscal, Fenadismer y el resto de asociaciones de transportistas han acordado por unanimidad rechazar cualquier subida del impuesto al diésel ya que consideran que una medida de este tipo afectaría gravemente a las empresas del sector y tendría un efecto en cascada sobre los precios del transporte y el coste final de los bienes de consumo.
En caso de que la subida sea finalmente aprobada, las asociaciones han adelantado que presionarán a los grupos parlamentarios para tumbarla en el Congreso y no descartan llevar a cabo movilizaciones en contra de la medida. Fenadismer considera que cualquier modificación en la fiscalidad de los combustibles debe realizarse de manera consensuada y sin poner en riesgo la competitividad de un sector esencial para la economía del país.
La organización ha insistido en que, en un momento en el que el transporte ya tiene por delante importantes desafíos, desde el encarecimiento de los costes operativos hasta la incertidumbre económica, imponer un incremento del impuesto al diésel solo agravaría la situación y generaría una reacción negativa en toda la cadena logística.