La IRU pide más apoyo de los gobiernos al transporte por carretera
La International Road Union (IRU) ha pedido a los gobiernos del mundo un mayor apoyo a los operadores de transporte por carretera, cuya misión resulta fundamental para el impulso de la recuperación financiera y social tras la pandemia del COVID-19. Desde Fetransa se han hecho de las recientes declaraciones de Umberto de Pretto, su secretario general, así como de las medidas propuestas.
El transporte por carretera sustenta una gran parte de la actividad económica de los países y sirve de basa para las cadenas de suministro intermodales, así como de las redes de movilidad. Sin embargo, los efectos de la pandemia también se han cebado en las empresas de este colectivo (más de 3,5 millones) y, según datos de la Organización Mundial del Comercio, esto seguirá pasando con las previsiones de que el comercio mundial disminuya hasta un tercio en 2020.
Según datos de la IRU, los ingresos de los operadores de transporte de mercancías han disminuido hasta un 40% durante el período de confinamiento. También se han diezmado algunos segmentos específicos, como el transporte de ropa, flores, piezas de automoción o materiales de construcción.
«En todo el mundo, las empresas de transporte comercial por carretera, incluidos millones de pequeñas y medianas empresas, están luchando», ha señalado Umberto de Pretto. «Su problema más apremiante es la liquidez y muchas están ahora al borde de la quiebra, con dificultades financieras que se espera continúen al menos hasta 2022».
El responsable de la IRU ha recordado que las empresas de transporte «no pueden ser activadas instantáneamente ya que requieren seguridad calificada y habilidades operacionales. Las quiebras de operadores ponen en riesgo la recuperación de toda una economía, así como el retorno constante a la interacción social y comunitaria».
En este sentido, la IRU está estableciendo medidas clave a corto plazo para que gobiernos, bancos y organizaciones internacionales mantengan en funcionamiento a las empresas del sector, garantizando de este modo las cadenas de suministro y la movilidad con eficiencia.
Medidas financieras propuestas por la IRU
- Proporcionar subvenciones directas en efectivo a las empresas de transporte por carretera, en forma de ayuda temporal, que pueden eliminarse gradualmente a medida que mejore la situación.
- Facilitar el acceso a préstamos para cubrir los costos variables (como las necesidades operativas en curso), la refinanciación de créditos preexistentes para la compra de activos (por ejemplo, el arrendamiento de vehículos), y facilitar créditos para la renovación de flotas a tasas de interés bajas o del 0%.
- Facilitar las demoras en las fechas de vencimiento de los reembolsos de los préstamos y las cuotas de los arrendamientos.
- Ampliar los plazos de pago y/o reducir temporalmente o renunciar a los impuestos, cargos y derechos, incluidos los impuestos de sociedades, las contribuciones sociales y el impuesto sobre el combustible.
- Facilitar la reducción de las primas de seguros y renunciar a las primas de los vehículos no operativos debido a la interrupción de los servicios de mercancías y pasajeros.
- Establecer programas de apoyo financiero para los trabajadores del transporte por carretera temporalmente desempleados y facilitar la reintegración en la fuerza de trabajo del transporte de las personas calificadas que han quedado desempleadas debido a la crisis.
Otras medidas no financieras
- Establecer carriles verdes para camiones que se apliquen en todas las fronteras, respaldados por políticas y procedimientos que impidan la detención adicional y sistemática de camiones en todas las fronteras.
- Dar prioridad al transporte colectivo de pasajeros, en particular de los trabajadores, con la adopción de medidas adecuadas de protección de la salud.
- Designar a los trabajadores del transporte por carretera como trabajadores clave, dándoles acceso prioritario al equipo y material de protección y desinfección adecuados, que los gobiernos aún no han puesto a su disposición de manera suficiente.
- Permitir la máxima flexibilidad en la interpretación de las normas de conducción, las restricciones a la conducción y las medidas de tolerancia para prolongar la validez de los documentos de control caducados, incluidos los visados, certificados y licencias.
Estas medidas deberían coordinarse entre países y bloques comerciales para así evitar la confusión de los operadores y «mantener un panorama de transporte competitivo y eficiente», según la IRU. Umberto de Pretto ha recordado para terminar que «los conductores han arriesgado su propia salud para llevar alimentos, medicinas y trabajadores esenciales a los supermercados y hospitales de todo el mundo. Ahora, la propia industria necesita ayuda para poder impulsar la recuperación económica mundial».
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