Las tarifas de transporte caen 1,3 puntos y se prevé menos conductores para 2024
A medida que la demanda de transporte se mantiene baja y los costes operativos suben, las tarifas de transporte están notando cambios los cuales impactan a toda la industria.
Bajada en tarifas contractuales y subida en tarifas spot
Según IRU, durante el segundo trimestre del año, las tarifas de contratos de transporte (acuerdos a largo plazo) bajaron debido a la baja demanda industrial, mientras que las tarifas spot (acuerdos de última hora) mostraron un pequeño aumento, ya que la demanda comenzó a estabilizarse. La falta de pedidos industriales sigue siendo un problema de manera general, pero con el aumento de la confianza del consumidor y la caída de los precios del combustible en el segundo trimestre, hay señales de que la situación podría mejorar hacia fin de año.
En relación con los costes operativos, como la mano de obra, el mantenimiento y los seguros de vehículos, estos continúan subiendo, aunque a un ritmo más lento que en trimestres anteriores. En la Unión Europea, los costes de mano de obra han subido un 1,2% y los seguros un 3%, por lo que la situación presiona a las empresas de transporte, ya que muchos de estos costes se trasladan a los clientes y afectan las tarifas de transporte.
Precios del diésel y escasez de conductores
Los precios del diésel también han tenido un impacto. Aunque ya hubo una caída del 11% en los precios del diésel entre los meses de abril y junio, desde entonces los precios han vuelto a subir un 6,4%. Los vaivenes en el coste del combustible afectan directamente a los márgenes de las empresas de transporte, especialmente a las pequeñas y medianas, que suelen tener menos capacidad para absorber estos cambios.
Un problema a largo plazo que presenta la industria actual es la escasez de conductores de camiones, una situación que podría empeorar, más todavía, en los próximos años. Con más de un tercio de los conductores actuales cerca de la jubilación y pocos jóvenes entrando en la profesión, las empresas tendrán dificultades para cubrir las vacantes, lo cual podría elevar aún más los costes.
Además, la introducción de nuevos peajes basados en emisiones de CO₂ en países como Suecia, Dinamarca y los Países Bajos a partir de 2025 añade otra capa de costes para los transportistas. Dichos cambios pretenden reducir las emisiones, pero también incrementarán los gastos para los operadores, especialmente en un mercado ya ajustado.
A pesar de estos retos, los expertos señalan que hay motivos para un optimismo. A medida que se estabilicen los costes y mejore la demanda, el mercado podría volver a una tendencia de crecimiento gradual. No obstante, para que esto ocurra, será clave que las políticas apoyen a las empresas de transporte, especialmente en la transición hacia combustibles más sostenibles y en la mejora de una eficiencia operativa.
