El sector del transporte de pasajeros aboga por no dejar asientos libres
La aviación logró hace unos días ganar la batalla de los asientos vacíos que desde muchos rincones se quiso implantar a las aerolíneas. Al respecto, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) determinó la semana pasada que las compañías aéreas no están obligadas a dejar asientos vacíos, aunque sí deberán tomar las medidas necesarias (uso de mascarillas e higiene personal) si la ocupación del avión impide la distancia de seguridad mínima entre personas. A rebufo (que no faltos de razón), el sector del transporte de pasajeros por carretera ha querido dejar claro que sus empresas también garantizan las suficientes medidas de seguridad como para no tener que dejar plazas vacías en sus flotas de vehículos.
En una reunión del Comité Nacional del Transporte celebrada la semana pasada, las empresas que operan en el transporte de viajeros en autobús quisieron dejar clara su postura al Ministerio de Transportes. ¿Y cuál es esa postura? Que todas ellas cuentan con los suficientes medios para garantizar la seguridad y la prevención del COVID-19 en sus vehículos, contando para ello con sistemas que aseguran la total renovación del ambiente. Si más no, en las mismas condiciones que en cualquier avión.
En concreto, las compañías de autobuses reivindican una mayor ocupación de sus vehículos «para poder empezar cuanto antes a recuperar niveles de actividad y facturación». Durante la reunión se tomó como ejemplo el transporte aéreo, el cual ha hecho valer sus sistemas de renovación de aire de las cabinas de pasajeros para lograr una ocupación total de las aeronaves. Las empresas del ramo consideran que sus sistemas de regeneración del aire operan en las mismas condiciones que los aviones y que, por lo tanto, no de ha de existir razón para que los buses no circulen al máximo de su capacidad.
Más allá de este tema, durante el encuentro también se plantearon al Departamento que dirige José Luis Ábalos «medidas económicas centradas en la creación de un fondo de contingencia específico para el transporte que evite la desaparición de empresas que no tengan capacidad financiera suficiente para resistir la fuerte disminución de facturación frente a un nivel de gasto prácticamente igual al de niveles normales de actividad», explican.
Los ERTEs también estuvieron sobre la mesa virtual, reclamando desde el sector del transporte que los mismos se acaben extendiendo más allá del final del estado de alarma para así dar la oportunidad a las empresas de adaptar su actividad a la propia evolución y recuperación del sector. Además, también se reclama que las ayudas que el Gobierno destinará al sector turismo incluyan una partida al transporte en autobús.
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