Un buen mantenimiento consigue menos de 1 defecto leve en vehículos escolares que aprueban la ITV
Con el inicio del curso escolar 2024-2025, el transporte escolar vuelve a ser un elemento importante para la educación de miles de estudiantes en España. Según un estudio reciente realizado por la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) y la Fundación para la Seguridad Vial (FESVIAL), el 80% de los vehículos destinados al transporte escolar aprueban la Inspección Técnica de Vehículos, una cifra superior al 73% del resto de autobuses y autocares utilizados para el transporte colectivo en general.
Estado de los vehículos y razones de su mejor rendimiento
Guillermo Magaz, director gerente de AECA-ITV, explica que este mejor rendimiento de los vehículos escolares se debe en parte a su menor antigüedad. «Los autocares escolares tienen una media de 10,1 años, y los microbuses, 10,9 años, lo que contribuye a que estos vehículos presenten menos defectos en las inspecciones«, comenta Magaz. La diferencia en la edad media de los vehículos podría ser uno de los factores que explica por qué el transporte escolar está en mejores condiciones técnicas que otros tipos de transporte colectivo.
Además, Magaz ha subrayado la importancia de mantener la ITV al día para asegurar que los estándares de seguridad se mantengan: “En la actualidad, la siniestralidad de los autocares escolares es mínima; de hecho, desde 2012 no se han registrado muertes en siniestros viales relacionados con el transporte escolar en España, pero para que los estándares de seguridad se mantengan, todos los vehículos de transporte escolar deben tener su ITV en vigor”, enfatiza.
Problemas técnicos y rechazo en la ITV
A pesar del buen estado general de estos vehículos, el informe también apunta a las principales causas de rechazo en la ITV. En promedio, los vehículos que no superan la inspección presentan 2,7 defectos graves o muy graves y 1,8 defectos leves. El mayor porcentaje de fallos se encuentra en problemas específicos del transporte escolar, como el incumplimiento de normativas, que representa el 29% de los rechazos. Aquí se incluyen problemas como la falta de legalización de reformas en los vehículos o defectos en el tacógrafo. «Muchos de estos vehículos se utilizan de manera combinada, tanto para el transporte escolar como para el de otros pasajeros, lo que puede explicar algunos de los problemas detectados», señala Magaz.
Las emisiones contaminantes constituyen la segunda causa más común de rechazo y afectan al 13% de los vehículos. La situación se presenta especialmente en vehículos con una antigüedad media de 7 años. «Este es un área en la que debemos mejorar para cumplir con las normativas medioambientales«, enfatiza Magaz, quien también advierte sobre la importancia de abordar los fallos en los sistemas de frenos, responsables del 13% de los rechazos, aunque con una frecuencia menor en comparación con otros vehículos de transporte colectivo.
Recomendaciones
El vicepresidente de FESVIAL, Ignacio Lijarcio, ha añadido que es común que los vehículos escolares no sean nuevos, sino que provengan de flotas utilizadas anteriormente para el transporte de pasajeros. «Tras varios años de uso y con bastantes kilómetros acumulados, estos vehículos pasan a ser utilizados para el transporte escolar«, comenta Lijarcio, y subraya la importancia de que las asociaciones de padres y madres de alumnos exijan mayores garantías de seguridad.
El estudio también llama a todas las partes involucradas como empresas de transporte, colegios, asociaciones de padres y madres y administraciones públicas, a comprometerse con la seguridad de los vehículos escolares, el cumplimiento de las normativas y la detección temprana de problemas. «Es clave que todos contribuyan a mantener la seguridad y la sostenibilidad del transporte escolar«, concluye Magaz.
Finalmente, el informe explica el rol crucial del transporte escolar para garantizar el acceso a la educación, especialmente en zonas rurales o de difícil acceso. Al mismo tiempo, este servicio ayuda a reducir el tráfico en áreas urbanas y contribuye a la seguridad vial y a la reducción de la huella de carbono.
