Uno de cada tres accidentes de tráfico se produce con visibilidad limitada por iluminación deficiente
Es hora de asumir compromisos colectivos, que involucren a Administraciones Públicas, talleres, ITVs y autoescuelas, entre otros actores clave para la seguridad vial, si queremos evitar que en los próximos diez años se produzcan más de 6.000 víctimas mortales en accidentes de tráfico donde concurra una situación de visibilidad limitada por iluminación deficiente. Fue una de las principales conclusiones verbalizadas en la presentación, el pasado día 30 de noviembre, del estudio “Efectos de la iluminación deficiente en la siniestralidad vial” realizado por la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL) y LUMILEDS, empresa responsable de la fabricación y comercialización de productos PHILIPS para automoción. La puesta de largo del estudio estuvo arropada por una mesa coloquio en la que, junto a los promotores del estudio, participaron representantes la patronal de las ITV, AECA-ITV, y de los talleres, CETRAA y CONEPA.
“La iluminación del vehículo, ver y ser vistos, es fundamental para evitar accidentes de tráfico. Esa es la razón de ser de este nuevo estudio, el segundo, realizado por FESVIAL y LUMILEDS: seguir contribuyendo a aportar información sobre la importancia del alumbrado del vehículo y su mantenimiento y conservación que nos ayude, como sociedad, a minimizar los accidentes de tráfico y sus consecuencias”, comentó Ana Belén Martin, Responsable de Marketing de LUMILEDS (PHILIPS), en la apertura del evento. Un objetivo al que también se sumaron, en la mesa coloquio que acompañó la presentación, José Ignacio Lijarcio, Director Técnico de FESVIAL; Guillermo Magaz, Director Gerente de la patronal de las ITV, AECA-ITV, y los representantes de las dos organizaciones nacionales de talleres, Ramón Casas, miembro de la Comisión de Vehículos de CETRAA y Ana Ávila, Directora Corporativa de CONEPA.
El objetivo del estudio, explicó José Ignacio Lijarcio, Director Técnico de FESVIAL, era conocer mejor los siniestros de tráfico que se producen por la concurrencia de un mala iluminación y sus consecuencias. Para ello, los autores del mismo han analizado, con la información disponible de la Dirección General de Tráfico (DGT), los accidentes de los últimos 5 años (2017-2021) en los que se daba una iluminación incorrecta tanto del propio vehículo como de las circunstancias externas (iluminación de la vía, condiciones climatológicas, deslumbramiento de otros vehículos). Han estimado, también, los siniestros que se pueden producir en los próximos años por esas condiciones de iluminación incorrecta y se han detenido en analizar las deficiencias detectadas en las inspecciones técnicas de vehículos por mala iluminación. “Hemos trabajado”, comentó Lijarcio, “con diferentes categorías de accidentes con distintas formas de visibilidad limitada por iluminación deficiente, que hemos agrupado bajo el término de accidentes AVLID”.
El peso de los accidentes AVLID
Uno de cada tres accidentes de tráfico se produce por circunstancias de visibilidad limitada o por iluminación deficiente (36,6%). Destacan los que ocurren sin iluminación artificial de la vía (sin luz natural), que suman 75.537, el 16% del total de accidentes del periodo analizado; los que se producen sin iluminación de la vía, ni natural ni artificial (58.714, el 12,5%); y los que tienen ligar con meteorología adversa (48.817, el 10,2%).
A lo largo del periodo analizado el porcentaje de accidentes mortales se mantiene estable, sin embargo, con el tiempo aumentan los siniestros mortales en dos casos muy concretos: por no usar el alumbrado reglamentario (que pasan del 1,7% en 2017 al 6,4% en 2021) o circular sin luz o deslumbrando (que crecen del 1,9% al 3,2%). Los autores del estudio señalan que cabe esperar que la muy reciente habilitación legal para actualizar a tecnología LED el alumbrado del parque de vehículos con tecnología halógena de serie tenga un impacto positivo en la reducción de accidentes y su gravedad.
A peor visibilidad, mayor gravedad del accidente
Al analizar la relación existente entre iluminación deficiente y lesividad de los accidentes, el estudio concluye que los siniestros más graves, con más fallecidos o heridos graves, son aquellos en los que no se usa el alumbrado reglamentario o se circula sin luz o deslumbrando. Cuando concurren esas circunstancias, la lesividad es más del doble que en el resto de los accidentes analizados. Usar una iluminación no reglamentaria conlleva una lesividad muy alta en caso de accidente. Por eso es importante evitar, por ejemplo, productos que generen deslumbramiento, porque en caso de accidente sus consecuencias son mucho más graves. Sin embargo, el análisis de los accidentes por iluminación deficiente en el periodo estudiado muestra que la meteorología adversa se traduce en un menor número de víctimas mortales, según los autores del estudio al aumentar en esos casos el nivel de alerta de los conductores.
Más accidentes y más lesivos en vías urbanas
El análisis comparativo de los accidentes con visibilidad limitada por iluminación deficiente en vías urbanas e interurbanas concluye que se producen significativamente y en casi todas las categorías más siniestros en las primeras que en las segundas (63,7% frente a 36,3%). Concretamente, en vías urbanas, por iluminación artificial (82,4%), meteorología adversa (82,4%) y por infracción del alumbrado (73,3%). Sin embargo, mientras que en el caso de los accidentes por infracción del alumbrado en vías urbanas la siniestralidad es alta (73,3%) con una frecuencia de ocurrencia muy baja (0,2%) y una elevada mortalidad (2,6%), en el de los accidentes por iluminación artificial la siniestralidad es también alta (82,4%) con una frecuencia de ocurrencia alta (16%) pero una mortalidad baja (1,3%)
En vías interurbanas, conducir sin iluminación es la mayor causa de siniestralidad. No obstante, los accidentes con mayor índice de mortalidad se producen en carreteras convencionales de calzada única donde concurre una visibilidad restringida por deslumbramiento (54,8%), el uso de alumbrado no reglamentario (55,6%) o una infracción por alumbrado al circular sin luz o deslumbrando (54,8%).
Del análisis conjunto de la vía y del tipo de vehículo en los accidentes con visibilidad limitada por iluminación deficiente, se obtienen también relevantes conclusiones. Llama la atención que los patinetes y las bicicletas son los vehículos más implicados en accidentes en vías urbanas por no usar alumbrado reglamentario (37,2%) o por infracción del alumbrado (19,3%). Los turismos, por su parte, están muy implicados en accidentes con visibilidad restringida (83,6%) y muy poco en los accidentes por meteorología adversa (64%). Todo lo contrario a lo que sucede en el caso de los ciclomotores, donde la meteorología adversa concurre en el 61% de los accidentes y la visibilidad restringida en el 18,1%.
La gravedad de los accidentes en vías urbanas donde concurre una iluminación deficiente está relacionada fundamentalmente con una visibilidad reducida o conducir sin luces o deslumbrando. Los accidentes más graves se producen por visibilidad restringida (1,6% de fallecidos y 11,1% de heridos graves) e infracción del alumbrado (1,14% de fallecidos y 9,4% de heridos graves). Por el contrario, en vías urbanas los accidentes con meteorología adversa registran, probablemente por el mayor nivel de alerta de los conductores, los menores niveles de lesividad (0,35 de fallecidos y 2,5% de heridos graves).
Los peatones, los más afectados por este tipo de accidentes
Peatones, conductores y pasajeros sufren las consecuencias de los accidentes por iluminación deficiente, pero muy especialmente los primeros. La letalidad es mucho mayor para ellos: cuatro de cada diez fallecidos con visibilidad restringida son peatones. También uno de cada tres fallecidos con iluminación artificial y una de cada cuatro con meteorología adversa.
Los hombres más jóvenes son los conductores más implicados en la mayoría de los accidentes con visibilidad limitada por iluminación deficiente. El porcentaje de hombres supera el 75%, llegando a representar el 76,9% en los accidentes donde se da una infracción por alumbrado, esto es, por circular sin luz o deslumbrando. Por edades, el segmento de conductores más implicados en accidentes AVLID tienen menos de 25 años, concretamente el 58,2%.
Según el estudio, los ciclomotores y las motocicletas son los vehículos más implicados en accidentes con visibilidad limitada por iluminación deficiente. Especialmente en el caso de aquellos que se producen con iluminación artificial (27,2%) y meteorología adversa (37%). Cabe destacar, también, que la antigüedad media de los vehículos implicados en este tipo de accidentes AVLID es mayor que la de los vehículos involucrados en el resto de accidentes (10,45 años). Igualmente, que son precisamente los vehículos más entrados en años los que están más implicados en accidentes por no usar alumbrado reglamentario, siendo la edad media en estos casos de 12,57 años, una circunstancia que podría agravarse en los próximos años por el progresivo envejecimiento del parque.
Evitar 6.000 fallecidos en carretera
Si no hacemos nada, más de 6.000 personas morirán esta década en las carreteras españolas debido a siniestros derivados de la iluminación. Es una de las conclusiones más relevantes de este estudio de FESVIAL y LUMILEDS (PHILIPS).
El porcentaje de fallecidos por accidentes AVLID se mantuvo, en el periodo estudiado entre el 40 y el 44% del total de fallecidos en accidentes de tráfico, con un porcentaje medio del 43,1%. En 2023, para una estimación de fallecidos por accidentes de tráfico de 1.584, se calcula que al menos 683 casos serán siniestros derivados de una visibilidad limitada por un iluminación deficiente. En 2031, para 1.487 fallecidos, se prevén 641 casos AVLID. Esto significa que porcentaje de AVLID se mantendrá estable en los próximos años en torno al 36,6%.
Otro de los aspectos analizados por el estudio son los datos de la ITV. Uno de cada cuatro vehículos no pasa la ITV por problemas de iluminación. De hecho, el “alumbrado y señalización” es la categoría sobre la que más deficiencias se detectan en las ITVs, tanto leves como graves. La leves se mantienen mas o menos estables en los últimos cinco años, mientras que las graves crecen.
Recomendaciones y compromisos
En este contexto, con estos datos del peso y gravedad de los accidentes AVLID, los autores del estudio proponen una serie de recomendaciones generales, un decálogo, para circular con el sistema de alumbrado del vehículo en buen estado y garantizar la seguridad vial: realizar inspecciones visuales periódicas; reemplazar las lámparas por pares; sustituir las lámparas por otras más potentes; mantener las luces encendidas durante el día si no se dispone de un sistema de luz diurna; revisar el estado de la batería; restaurar el cristal de los faros; regular los faros; llevar lámparas homologadas; mantener los faros en buen estado; y consultar siempre a un mecánico profesional.
Y junto a las recomendaciones lanzan unos compromisos a fin de involucrar a diferentes actores y colectivos que pueden contribuir a evitar los AVLID: informar y sensibilizar en las autoescuelas, a las personas que optan al permiso de conducir; promover el uso de elementos reflectantes y elementos de iluminación en los modos de transporte más vulnerables; reforzar las campañas de la Dirección General de Tráfico (DGT) sobre la iluminación de los vehículos; promover en talleres servicios de análisis de sistemas de iluminación de vehículos; proporcionar información y recomendaciones en las ITVs; y. potenciar el papel de los profesionales de los talleres mecánicos como prescriptores de productos y recomendaciones de componentes de iluminación.
ACCESO AL ESTUDIO “EFECTOS DE LA ILUMINACIÓN DEFICIENTE EN LA SINIESTRALIDAD VIAL”