Vuelve la aplicación habitual de los tiempos de conducción y descanso para el transporte profesional
Las exenciones y flexibilizaciones que hasta 21 países de la Unión Europea, entre ellos España, han ido llevando a cabo en las últimas semanas como respuesta al desafío del COVID-19 se han terminado. Fenadismer señala que desde el pasado 31 de mayo ya vuelve a estar vigente la reglamentación europea aplicable antes de la crisis sanitaria y eso significa, entre otros aspectos, el retorno a los tiempos máximos de conducción y descanso para los conductores profesionales.
Una etapa marcada por la «dejación de funciones»
La crisis sanitaria surgida por la propagación del coronavirus ha llevado a los países europeos a la adopción de distintas medidas en el ámbito del transporte de mercancías que garantizar la continuidad de un servicio considerado esencial y fundamental para garantizar el abastecimiento y suministro de bienes de primera necesidad.
En base a ello, la regulación europea sobre tiempos de conducción y descanso, recogida en el Reglamento CE 561/2006, ha sido objeto de importantes cambios y ajustes por parte de los distintos Estados miembros. Sin embargo, desde la propia Fenadismer recuerdan que la Comisión Europea ha hecho una «dejación absoluta en esta materia de sus funciones de coordinación», lo que ha imposibilitado una actuación uniforme y consensuada; al contrario, se ha permitido que cada país establezca sus propias medidas de flexibilización, ralentizando los procesos de aprobación y publicación de las mismas, lo que ha ocasionado una gran confusión y quejas en el sector del transporte por carretera por la disparidad y diferente alcance de las medidas en cada país.
En el caso de España, casi un tercio de la flota de transportistas se dedica al transporte internacional. Esto significa que aproximadamente 15.000 transportistas españoles han estado cruzando diariamente por las diferentes fronteras españolas a otros países de la Unión Europea. Conductores profesionales a los que, recuerda la confederación, se les ha complicado la vida innecesariamente por culpa de la falta de directrices unificadas europeas.
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