El nuevo peaje para camiones de la N-1 convierte a Gipuzkoa en zona infranqueable
Desde las 00:00 horas del martes 2 de enero hasta las 24 horas del viernes día 5, el transporte de Gipuzkoa se verá paralizado con motivo del Paro Nacional convocado como protesta por la decisión de la Diputación provincial de implantar un nuevo peaje para camiones en la carretera nacional de Madrid a Irún (N-1).
La movilización, que afectará tanto al tránsito de camiones (nacionales e internacionales) como a las operaciones de carga y descarga dentro de dicho territorio, afectara a más de 6.000 transportistas de larga distancia que emplean esa vía en sus trayectos europeos y que se verán obligados en la primera semana de 2018 a buscar rutas alternativas, tanto para entrar como para salir del territorio nacional.
Seguimiento desigual
Siete organizaciones de transportistas de ámbito nacional (FENADISMER, CETM, FETRANSA, FITRANS, FVET, ATFRIE y ANTID) respaldan la convocatoria de Paro Nacional, mientras los transportistas de la zona esgrimen sus motivos para no sumarse a la convocatoria.
Es el caso del sindicato Hiru, que considera que al tratarse de una huelga convocada solo en Gipuzkoa, serían los camioneros de la zona los principales perjudicados por sus repercusiones; y la patronal de empresas del transporte de Gipuzkoa (Guitrans), la cual decidió recientemente y en asamblea que «no comparte este modelo de protesta».
Un peaje polémico
Pese a que el Gobierno provincial había anunciado la puesta en marcha del nuevo peaje para camiones de la N-1 para la primera semana de enero, a día de hoy aún no se ha concretado su entrada en vigor. De hecho, tampoco se ha activado el programa informático para poder registrar las matrículas de aquellos transportistas que vayan a usar la vía una vez activado el peaje, ni dichos transportistas han recibido ninguna notificación sobre el tema.
Además, se espera que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco resuelva en las próximas semanas el recurso interpuesto por las organizaciones nacionales de transportistas en contra de la aplicación del nuevo peaje para camiones de la N-1.
Dichas asociaciones consideran que el pretendido peaje vulnera las directivas europeas sobre tarificación de infraestructuras, sobretodo en lo referente a su carácter discriminatorio en función del trayecto a realizar, así como por el importe de los peajes establecidos, el cual llega a duplicar el coste medio del peaje para camiones del resto de autopistas de peaje en España.
