Iveco analiza las claves del transporte por carretera del futuro
En su tercera entrega, el nuevo podcast de Iveco «Historias en Carretera» se sumerge en uno de los principales objetivos del segmento industrial: la consecución de un transporte sostenible en el sector del vehículo industrial. Para ello, el constructor cuenta con dos invitados de Iveco España que analizan el presente y futuro del gas natural y el hidrógeno: José María Chamizo y Jaime Sánchez, director de Energías Alternativas y responsable de Ingeniería e Innovación, respectivamente.
José María Chamizo, director de Energías Alternativas de Iveco España, conoce de primera mano este tema: «El objetivo es seguir trabajando para lograr un transporte de cero emisiones. Estamos cooperando en proyectos de biometano, desarrollando vehículos eléctricos de baterías y también estamos desarrollando vehículos eléctricos de pila de combustible, donde será aún más crucial la red de suministro de hidrógeno. Estoy convencido de que en un futuro cohabitarán diferentes energías dependiendo de la misión, el uso, las estaciones requeridas o de la zona geográfica en la que actúe el cliente. Entre todos tenemos que conseguir un ecosistema sostenible que sea bueno para el conductor, el transportista, la sociedad y el medioambiente».
Para Jaime Sánchez, «está claro que el gas natural sigue y va a seguir siendo durante al menos los próximos diez años una energía de transición completamente necesaria. Hay planes en Europa para empezar a inyectar hidrógeno en las redes de gas natural, se está trabajando en mezclas de hidrógeno y gas natural para reducir las emisiones en los vehículos que utilizan motores de combustión interna. Hay que entender que el hidrógeno va a ser la tecnología del futuro para largas distancias, pero va a ser algo paulatino. Nuestro presidente Gerrit Marx, junto con otros líderes de empresas de fabricación de vehículos comerciales, han establecido el objetivo de tener 100.000 vehículos de hidrógeno de aquí a 2030, lo que quiere decir que vamos a tener que mantener flotas de vehículos de gas natural o diésel Euro 7, que entrarán en el mercado dentro de unos años».
La evolución del gas natural
«Iveco lleva más de 25 años apostando por el gas natural, el primer camión que sacamos al mercado tenía una potencia de 270 CV, cabina pequeña, cambio manual, alimentado por GNC y con una autonomía de unos 450 kilómetros aunque apenas había estaciones de repostaje», recuerda Chamizo. Gracias a la continua investigación, desarrollo e innovación, la evolución de esta tecnología ha sido espectacular. «Ahora tenemos el S-WAY NP, un camión para misiones de transporte internacional que ofrece una autonomía de 1.600 kilómetros y que se fabrica en Madrid. Pero también tenemos en nuestra gama de productos la Daily, el Eurocargo y el X-WAY, por lo que disponemos de una completa gama de vehículos de gas natural», afirma orgulloso.
Sin duda, un factor clave que ha permitido esta evolución ha sido el crecimiento de la red de gasineras en todo el continente: «En España contamos ya con 100 estaciones de GNC y casi 70 de GNL, pero no sólo el mercado de España es fuerte, los principales países europeos continúan creciendo, Francia ya cuenta con 50 gasineras de GNL, Italia con casi 100 y Alemania dispone de 60. Por lo tanto, hoy en día el transporte internacional con un vehículo de gas natural es la solución perfecta, siendo la única alternativa real al diésel para el transporte de mercancías», reflexiona Chamizo.
Ventajas medioambientales y económicas
José María Chamizo hace hincapié en las ventajas del uso del gas natural en el transporte. «La primera ventaja es medioambiental. Con biometano se pueden rebajar las emisiones de CO2 hasta un 95%, por lo que se reduce la huella de carbono y se contribuye a mitigar el calentamiento global. Esta tecnología también mejora la calidad del aire que respiramos, con un 95% menos de emisiones de óxidos de nitrógeno y un 99% menos de partículas en suspensión».
El biometano es otro de los protagonistas en la carrera por el desarrollo de los combustibles renovables. «El 17% del gas natural utilizado en el transporte por carretera de la Unión Europea es biometano. Se produce a través de la descomposición anaeróbica de la materia orgánica presente en los residuos urbanos. A partir de aquí conseguimos un biogás, aunque este todavía no es apto para el uso vehicular. Mediante una purificación de este biogás se obtiene un biometano que puede inyectarse en la red de gasoductos con el resto del gas natural o utilizarse ya para su uso vehicular. IVECO participa en un proyecto en Granada para la obtención de biometano a partir de residuos orgánicos», explica Chamizo.
Otra de las grandes ventajas del gas natural es que permite reducir los costes de combustible. Además, los vehículos propulsados con gas natural disfrutan de incentivos fiscales. «Los gobiernos están ayudando con incentivos a la compra y esto vuelve a demostrar que el gas natural sigue siendo la única alternativa real al diésel para la descarbonización del transporte y, gracias a ello, ha conseguido casi el 100% de las ayudas del Plan MOVES II», explica el director de Energías Alternativas de Iveco España.
Hidrógeno: ¿La tecnología del futuro?
Es una incógnita saber qué tecnología, o tecnologías, dominarán el transporte del futuro. En «Historias en carretera», Jaime Sánchez explicado las posibilidades del hidrógeno como posible fuente de energía para el transporte. Para Sánchez, esta tecnología pronto será competitiva «gracias al hidrógeno verde que va a invadir el mercado en los próximos años. Si conseguimos que baje a un precio por debajo de 5€/kg, empezará a ser competitivo desde el punto de vista de operación y el mantenimiento de los vehículos».
Pero, ¿cómo son los depósitos en los que se almacena este combustible renovable? «La tecnología que se utiliza a día de hoy son depósitos de alta presión, los utilitarios de unos 350 bares y, en nuestro caso, con unos depósitos de 700 bares que, por supuesto, cuentan con la máxima seguridad. Esto nos permite portar hidrógeno a muy alta presión y reducir el peso de las baterías, algo esencial en misiones de larga distancia», explica Sánchez.
¿Y el repostaje? «Se parece mucho al de un vehículo de GNC. Tenemos una estación de repostaje muy similar y se están aplicando unos protocolos muy parecidos. Iveco está trabajando con instituciones y con la Comisión Europea en el desarrollo de nuevos estándares. Va a ser muy similar, igualmente seguro y va haber una conexión de datos entre el vehículo y la fuente de repostaje para nivelar presiones, temperaturas, etc. Esto garantizará que el repostaje será seguro tanto para el conductor como para el vehículo».
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